Hay muchas cosas que te pueden provocar "mal de amores" o que pueden partirte el corazón. Algunas personas experimentan una profunda tristeza cuando una relación romántica llega a su fin antes de que ellas estén preparadas. Otras se enamoran de alguien que no siente lo mismo por ellas. O una persona puede sentir que se le "parte el corazón" cuando un buen amigo desaparece de su vida. Aunque las causas pueden ser diferentes, la sensación de pérdida es la misma -independientemente de que se trate de la pérdida de algo real o de algo con lo que sólo se había soñado. La gente describe este tipo de experiencias como un sentimiento de profunda amargura, vacío, y tristeza.
Aunque los poetas llevan miles de años escribiendo sobre el mal de amores, cuando te ocurre a ti, lo sientes como si ninguna otra persona en el mundo se hubiera sentido jamás del mismo modo.
Cuando somos correspondidas, la sensación es maravillosa, parecemos flotar en el aire, nos sentimos maravillosas, lindas, sexies y afortunadas. Pero cuando el desamor convierte esas mariposas en el estómago en pirañas asesinas, nos sentimos con ganas de ser tragadas por la tierra. No dormimos, no comemos (o en su defecto, nos comemos todo), no queremos salir ni levantar el teléfono.